Montar un food truck no es solo comprar una furgoneta y ponerte a cocinar. Es lanzar una marca, un concepto y una declaración de intenciones sobre ruedas. En un sector tan dinámico como el de la restauración, el food truck se ha consolidado como un modelo de negocio ágil, con una inversión inicial más contenida que un local tradicional y con la capacidad de llevar tu propuesta gastronómica justo donde está tu cliente. Pero no te equivoques: la agilidad no es sinónimo de facilidad. Para triunfar, necesitas una estrategia blindada, un conocimiento profundo del mercado y una ejecución impecable. En ThinkPaladar, sabemos que escalar un negocio de restauración, ya sea sobre ruedas o en un local, exige método y datos. Esta guía es el primer paso para que tu food truck no sea uno más, sino el referente.
Tabla de contenidos
Los cimientos: El plan de negocio
Un food truck es una empresa, y toda empresa necesita un plan de negocio sólido. Este no es un mero trámite, es tu mapa de ruta.
Define tu concepto: ¿Qué vas a vender? No basta con decir «hamburguesas». ¿Son hamburguesas smash, de autor, veganas? La especialización es tu primera arma. Elige un nicho, un producto estrella que te haga único y memorable.
Análisis de mercado: Investiga a tu competencia. ¿Qué otros food trucks operan en tu zona? ¿Qué ofrecen y a qué precio? Identifica huecos de mercado. Estudia a tu público objetivo: oficinistas en un polígono industrial, familias en un parque, asistentes a un festival. Tu ubicación y tu menú dependerán de ellos.
El plan financiero: Aquí es donde las ideas se convierten en números. Debes detallar:
Inversión inicial: Compra y homologación del vehículo, equipamiento de cocina, licencias, branding inicial, etc.
Costes fijos: Seguros, gestoría, almacenamiento, software de gestión.
Costes variables: Materia prima, gasolina, personal, marketing.
Previsión de ingresos: Sé realista. Calcula cuántas unidades necesitas vender al día para alcanzar el punto de equilibrio y empezar a ser rentable.
Permisos y Licencias
Este es el punto donde muchos tiran la toalla. La burocracia en España puede ser un laberinto, pero con la información correcta, es solo un trámite más. No hay una licencia única; necesitarás varias.
Permisos a nivel nacional: Como cualquier negocio de hostelería, necesitarás el carnet de manipulador de alimentos para todo el personal, cumplir con el sistema de Análisis de Peligros y Puntos de Control Crítico (APPCC) y darte de alta como autónomo o constituir una sociedad.
La homologación del vehículo: Tu «camión» no es un vehículo cualquiera. Debe estar homologado como tienda o bar ambulante (código 4051 o 2449). Esto implica una serie de requisitos sanitarios y de seguridad que certificará un ingeniero. Sin esto, no puedes ni empezar.
Licencias municipales: Aquí viene el verdadero desafío. La venta ambulante depende de los ayuntamientos. Necesitarás:
Licencia de venta ambulante municipal: Te permite operar en los espacios designados por cada ayuntamiento (mercadillos, parcelas específicas).
Permisos para eventos: Para operar en ferias, conciertos o eventos privados, deberás gestionar los permisos con los organizadores.
La normativa puede variar enormemente de un municipio a otro. Infórmate bien en el ayuntamiento de las localidades donde planeas operar.
El corazón de tu Food Truck: El vehículo y el equipamiento
La elección del vehículo define tu capacidad operativa y tu imagen de marca. No escatimes en lo fundamental.
¿Nuevo o de Segunda Mano? Un vehículo nuevo te da fiabilidad y garantía, pero la inversión es mayor (desde 50.000 €). Uno de segunda mano es más asequible (desde 20.000 €), pero requiere una inspección a fondo para evitar sorpresas costosas.
Equipamiento esencial: La cocina debe ser funcional, segura y estar optimizada para la velocidad. Necesitarás: planchas, freidoras, neveras, un sistema de extracción de humos potente y, por supuesto, un TPV ágil como los que ofrece SumUp para gestionar los pedidos y pagos sin fricción.
Marketing para tu Food Truck: No Basta con aparcar, hay que conquistar
Tienes el camión, los permisos y el producto. ¿Y ahora qué? Ahora tienes que conseguir que la gente haga cola.
Branding potente: El diseño de tu food truck es tu principal valla publicitaria. Invierte en un logo y una rotulación que griten quién eres y qué haces. Debe ser visible, atractivo y memorable.
Marketing digital y Redes Sociales: Tu food truck tiene ruedas, pero tu marketing debe volar en el mundo digital.
Instagram y TikTok son tus mejores aliados: Muestra tu producto, el ambiente, el «detrás de las cámaras». Usa vídeos cortos y de calidad.
Geolocalización: Anuncia siempre dónde vas a estar. Crea una rutina para que tus seguidores sepan tu ubicación (ej: «los martes en el mercado X, los jueves en el polígono Y»).

Montar un food truck es una de las aventuras más desafiantes y gratificantes del mundo de la restauración. Requiere pasión, sin duda, pero sobre todo exige estrategia, análisis y una visión de negocio que vaya más allá de la venta ambulante. Tu food truck no es solo un restaurante sobre ruedas; es una unidad de negocio de delivery con un potencial inmenso.
En ThinkPaladar, ayudamos a las marcas de restauración más prometedoras a escalar sus ventas a través del delivery, optimizando cada canal y cada decisión con datos.